Mientras los sucesos y las crisis locales, nacionales e internacionales se suceden sin interrupción, en Chihuahua los partidos políticos y un sinnúmero de activistas y participantes siguen actuando como si viviéramos en los predecibles y lentos tiempos del pasado.
Da la impresión de una obsolescencia mental e intelectual brutal, en buena parte de quienes habitan los espacios públicos y de gobierno, como si viviéramos en un mundo sin internet, sin tecnología, en pocas palabras sin prisa; mientras los problemas se acumulan en forma amenazante.
En el PRI se siguen contando la historia de que fue el partido que en 70 años disminuyó analfabetismo del país del 90% a menos del 4%, sin darse cuenta también que son los responsables de que actualmente exista un 90% de analfabetismo funcional, o sea, que el 90% de quienes pasan por el sistema educativo nacional pueden leer y escribir, mas no comprender y seguir el ritmo de la vertiginosa sociedad del conocimiento del siglo XXI.
Mientras en el PAN grupitos de cuates que no llegan a tribus, se dedican a los pleitos chirinola de azotea, donde una semana si y en la siguiente también se levantan los unos a los otros y las unas a las otras las enaguas, mostrando su miseria política, mediocridad, incultura e inmadurez. Siguen sin comprender cómo actuar después que Chihuahua votó contra Duarte y contra el PRI, pero la sublime autocontemplación les impide dejar el “espejito, espejito dime quién es la panista o el panista más bonito”.
Vemos a más de un presidente municipal, diputado o burócrata de altura visitando colonias y regalando cobijas, lentes y lo que usted o a mí se nos ocurra, como si las campañas políticas no hubieran terminado el año pasado, sin poder entender que la construcción de liderazgos políticos en estos momentos, ya no se logra con lanzar regalitos a la pipiluya, motivo por el cual cuando vemos ese tipo de gestos y estrategias, no nos resta más que imaginar que quien los realiza es poco inteligente y quien se lo sugiere al menos ligeramente……..
