¡Estupefacto…!

Es una palabrita que recién estreno, es un adjetivo que se utiliza cuando nos hemos quedado atónitos, sorprendidos, pasmados o incapaces de reaccionar ante  una situación o una noticia que no esperábamos, como la muerte repentina de un ser querido y literalmente así me siento desde el jueves 30 de marzo cuando por curiosidad asistí una reunión de la Comisión de Justicia del Congreso del Estado para analizar posibles excepciones a la prohibición de contraer matrimonio por parte de menores de edad.

Al día siguiente, el viernes 31 de marzo, el presidente ejecutivo del SIPINNA, el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, Bucio Mújica sostuvo una reunión con diputadas y diputados del Congreso del Estado, al que le preguntaron si estaría de acuerdo en que un juez civil autorizara excepciones permitiendo casarse a menores de edad, previos peritajes y análisis de que sería beneficioso para el menor.

A lo que el director del SIPINNA contestó que estaría de acuerdo si estuviéramos en Finlandia, donde el Estado da seguimiento a situaciones similares, pero que en México y en Chihuahua no, porque por ejemplo en 2015 en Chihuahua se celebraron 123 matrimonios entre niñas adolescentes con hombres mayores de 30 y hasta 60 años, donde una vez expedida el acta de matrimonio ya nadie protege el bienestar y la integridad de los menores de edad, descalificando la propuesta.

Despertó mi curiosidad saber más sobre quienes defendían semejante monstruosidad. La Lic. Laura Mónica Marín Franco, presidenta de la Comisión de Justicia, cursó la Carrera y Maestría en Universidad Cultural Cd. Juárez, en un programa de ocho cuatrimestres o sea en dos años, la mitad del tiempo que toma en la UACh; la Lic. Maribel Hernández Martínez es graduada en Diseño Gráfico, asesoradas por el abogado Ricardo Mendiolea Ontiveros como coordinador general de Dictamen Legislativo. ¿Les darían la ciudadanía finlandesa…?

Mientras tanto nos recetábamos el culebrón político del nombramiento como auditor superior del estado de Jesús Ignacio Rodríguez Bejarano, cuya designación al vapor y en conflicto con el gobernador Corral no cumplió con tres de los requisitos establecidos en la Ley de la Auditoría Superior del Estado para ocupar el cargo: 1)  Fue candidato a un cargo de elección popular en los comicios del 2016 anteriores a la fecha de la votación en el Congreso, 2) Ostenta cargos de dirección en un partido político (el PAN), y 3) No acreditó un mínimo de cinco años de experiencia en administración pública, en materia de control, auditoría financiera y sobre responsabilidades. ¡Ah qué Corral tan irrespetuoso…!

Pero las brillantes diputadas y diputados del PAN, PRI, Verde, PRD, etc. que apoyaron está barbaridad operada por el diputado Miguel La Torre y tejida por el secretario del Ayuntamiento César Jáuregui, denuncian al gobernador Corral por no publicar el decreto correspondiente, acusándolo de violar la división de poderes. Rodríguez Bejarano ya empezó a actuar como tal, siendo que el decreto establece en un transitorio, que tomará posesión a partir del momento en que se publique su nombramiento en el Periódico Oficial del Estado. ¡Viva la legalidad…!

Por si lo anterior no fuera poco, esta semana nos enteramos que el secretario de Salud del Gobierno del Estado, Ernesto Ávila, se autorizó un bono de 102 mil pesos en diciembre, cuando sólo tenía tres meses en el cargo, pero no vayan a pensar que es un insensible, fue parte de una serie de bonos por alrededor de 2 millones de pesos que recibió la plana mayor de la secretaría, abuso que quiso justificar afirmando que “se dejó llevar”. ¡Ah, qué secretario tan llevadito…!

Y la cereza del pastel semanal casi la puso Alejandro de la Rocha, presidente del Ichitaip, quien quería a su asistente de toda la vida como chofer, con un sueldo de $13,000 mensuales, pero a última hora y ante el escándalo, no subió su sensible, prudente y personal petición al pleno del organismo. ¡Vaya talento y valores…!