
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte realizó investigaciones en contra del capitán y el copiloto
Este 15 de enero se cumple una década del llamado “el milagro del Hudson”, luego de que el vuelo 1549 de US Airways chocara contra una parvada de gansos, obligando a amerizar.
Fue en 2009 cuando el vuelo 1549 de US Airways, de Nueva York a Charlotte, Carolina del Norte, con 150 pasajeros y cinco tripulantes a bordo, despegó, y cuando se encontraba a 2.818 pies chocó contra una parvada de gansos, lo que dañó los motores y perdió la potencia o el empuje necesario para aterrizar en una pista.

Ese 15 de enero, aunque la nave acuatizó muy bien, otros factores pudieron poner en riesgo las vidas de los pasajeros, pues había un viento muy frio y una temperatura de cinco grados, condiciones en las que una persona podría perder el uso de brazos y piernas, provocando ahogamiento en minutos de haber terminado en el agua.
Sin embargo, el avión tuvo suerte o fue víctima de la casualidad, pues estaba equipado con balsas, chalecos y asientos flotantes, ya que con anterioridad al accidente estos equipos eran utilizados sólo cuando había recorridos largos sobre el agua y no en vuelos como el del 1549.
Aunque en la prensa de ese tiempo señalaran el evento como “un milagro”, las acciones correctas del capitán del avión Chesley Sullenberger, conocido como Sully, quien ese momento contaba con taba con 40 años de experiencia, además de ser un veterano de las guerras de Vietnam y Corea, y su copiloto Jeff Skiles, hijo de dos pilotos, quien en ese momento tenía más de 21 mil horas de vuelo, es decir 30 años de experiencia, lograron salvar a sus 150 pasajeros, más el personal de tripulación.
Tras el accidente los medios locales hablaban de ambos personajes y de los hechos ocurridos, acciones que denominaban como «heroicas». Sin embargo, según declaraciones del capitán, a éste le incomodaba que asociaran la palabra «héroe» con su persona, pues desde su punto de vista solamente eran profesionales haciendo su trabajo, aunque al pasar de los años ha aprendido a darle valor a las decisiones que tomó en ese momento, ya que nunca habían tenido un entrenamiento para ello.
Después de salvar a 150 pasajeros, el capitán Sully y el copiloto Jeff tuvieron que enfrentar una investigación por la NTSB

Foto: Andrew Burton y Getty Images.
Tanto el capitán como el copiloto se habían conocido tres días antes del vuelo, y a pesar de la experiencia que tenían, nunca habían concedido una situación como la vivida. Pero el trabajo que hicieron dentro de la cabina fue debido a la muy buena comunicación. Ambos declararon que pasaron días y noches reviviendo la tragedia en sus mentes y sueños, y no fue hasta cuatro meses después que escucharon por primera vez la grabación de aquel día.
Fuera de las buenas noticias, tras el accidente, tanto Sully como Skiles fueron presa de una investigación por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), la cual presentó “pruebas” donde se mostraba que uno de los motores aún servía y que el amerizaje no había sido necesario, y que además pudieron aterrizar en la pista de Teterboro, un aeropuerto de Nueva Jersey.
Lo anterior inspiró la película «Sully«, realizada por Clint Eastwood, y protagonizada por Tom Hanks y Aron Eckhart, en ella se mostraba que la NTSB presentó simulaciones para comprobar que la decisión del capitán y el copiloto fue la incorrecta, sin embargo, finalmente determinaron que fue lo mejor porque en estas pruebas olvidaron el factor humano, es decir, las reacciones reales ante una situación de tal magnitud.