Cultura

Arqueóloga descubre vestigios de la tumba perdida de Alejandro Magno después de 21 años de exploraciones

La arqueóloga Calliope Limneos-Papakosta deseaba que después de todo este tiempo de excavaciones el trabajo no fuera en vano

La arquóloga Papakosta tenía el sueño de encontrar la tumba de Alejandro Magno y por 14 años estuvo en su búsqueda, sin embargo, no se rindió y ahora podría haber dado con el barrio real y el posible lugar de la tumba de Alejandro Magno.

El sueño de encontrar la tumba del gran rey de Macedonia, Alejandro Magno, quien rigió durante el año 356 AC y falleció a la edad de 32 años, comenzó a asentarse hace un mes por un vestigio que llegó a la arqueóloga Calliope Limneos-Papakosta, quien durante 14 años estuvo en su búsqueda y estaba a punto de dejar cuando dieron con un fragmento de mármol blanco, el cual al ser descubierto en su totalidad resultó ser una estatua de la época romana que portaba todas las marcas distintivas de Alejandro Magno.

Estatua de Alejandro Magno.

«Estaba rezando», dijo Papakosta en entrevista con National Geographic, «Esperaba que no fuera simplemente un trozo de mármol». Este descubrimiento marcó la pauta para continuar con la exploración, pues se cree que la tumba podría encontrarse en esta zona.

Una vez siguiendo con la labor, Papakosta y su equipo excavaron más de diez metros bajo los jardines de Shallalat, en la Alejandría moderna, en Egipto, donde encontraron el barrio real de la antigua ciudad. Una vez más, el camino para encontrar la pila de Alejandro Magno volvió a iluminarse para Calliope.

¿Con qué pudo hacer este descubrimiento?

La arqueóloga logró, con 21 años de gran perseverancia, hacer este descubrimiento por medio de un mapa de la Alejandría del siglo XIX, antes de su expansión.

Excavaciones del barrio de Alejandría.

Además, con ayuda de la tecnología moderna logró encontrar 14 anomalías que podrían ser ruinas antiguas a gran profundidad. Realizado por una tomografía de resistividad eléctrica (ETR, por sus siglas en ingles) que determina dónde excavar. La ERT pasa una corriente eléctrica por la tierra para medir la resistencia y detectar objetos superficiales.

Sin embargo, esto no sería posible sin la gran perseverancia de Calliope Papakosta, quien durante dos décadas realizó una exhaustiva exploración para encontrar la tumba de Alejandro Magno.



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