Adolescentes menores de 16 años corren riesgo de defunción materna cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años: Organización Mundial de la Salud
Las consecuencias del embarazo adolescente representa un gran riesgo para la vida de las niñas y jóvenes menores de 18 años y de sus neonatos, sobre todo de las mujeres que viven en municipios con rezago social, que no cuentan con información y servicios adecuados, convirtiéndolas en las más propensas a no sobrevivir al embarazo o parto.
En Chihuahua en el año 2015, hubo tres defunciones de niñas y adolescentes de 12 a 17 años por el embarazo o parto, según datos del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. En el año 2014, en Chihuahua el porcentaje de parto por cesárea en adolescentes fue de 38.6%, superior al porcentaje nacional de 36.3% según datos de CONAPO, lo que también representa un riesgo para la salud de las mujeres.
El embarazo en adolescentes es una de las causas que pone en peligro la vida no solo de las adolescentes sino también de sus bebés
Otros riesgos de la maternidad infantil son las complicaciones que se presentan durante el embrazo, riesgo de muerte y fístulas obstétricas. Esta última es una abertura anormal entre la vagina y la vejiga o el recto o en algunos casos ambos, causados por la presión extrema y el daño a los tejidos que ocurren en partos prolongados, en donde la o él bebe no logra salir a través de la pelvis de su madre, provocando la fuga de orina y heces, hemorragias internas, infecciones, pérdida de peso, hipertensión gestacional y abortos peligrosos.
El consultor de salud de los adolescentes James E. Rosen, quien estuvo a cargo de un estudio de investigación del departamento de Reducción de los riesgos del embarazo de la OMS, dijo en el año 2009 que las adolescentes menores de 16 años corren un riesgo de defunción materna cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50% superior. Es por ello que recomendaron que las adolescentes embarazadas requerían atención física y psicológica especial durante el embarazo y el parto para preservar su propia salud y la de sus bebés.
En el año 2016 la Organización mundial señaló que las mujeres que más sufren durante el embarazo, son las que viven en los municipios más pobres y las que más posibilidades tienen de vivir en estos casos son las que viven en municipios con mayor desarrollo. Así mismo, establecieron que otras de las causas de la mortandad infantil se debe a la pobreza, distancia, falta de información, inexistencia de servicios adecuados y las prácticas culturales.
