Todos empiezan a alucinar, se contradicen y pierden contacto con la realidad
Al iniciar formalmente las campañas electorales, los candidatos continúan aún mostrando agudos signos de esquizofrenia, esto es, “una grave distorsión en el pensamiento, la percepción y las emociones”
Meade está convencido de que el desprestigio del PRI no le afecta, “Ahora –dice- la gente ya no vota por los partidos sino por el candidato”.
Anaya, busca blindarse, hasta donde le sea posible. En el ámbito internacional, recurre a la Organización de Estados Americanos (OEA), ante la que se queja del uso de las instituciones de Estado, concretamente, de la Procuraduría General de la República para impedir su participación en los comicios presidenciales o al menos afectar su imagen y restarle votos.
Andrés Manuel López Obrador se embrolla con sus propuestas. Un día dice a los banqueros en la convención que realizaron en Acapulco, que no se preocupen, que no va a haber nacionalizaciones ni expropiaciones, es decir que la Reforma Energética sigue su marcha. Unos días después en Zacatecas, declara que de triunfar la va a pedir al presidente que se revisen las concesiones de exploración y explotación entregadas a las empresas trasnacionales del petróleo, que va a suspender la venta del crudo a Estados Unidos y la compra de combustible refinado, para bajar los precios de la gasolina, la cual afirma se va a refinar en México.
Los llamados precandidatos “independientes”, que de eso no tienen nada, exigen al Instituto Nacional Electoral que revisen a fondo las anomalías detectadas en las listas de apoyo de los ciudadanos que levantaron para su registro como candidatos y el órgano electoral anuncia, en respuesta, que denunciará ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos electorales” (FEPADE) el uso de copias y la falsificación de credenciales, exceptuando a Margarita Zavala que es la única a la que se le avaló el registro como candidata a la presidencia de la república, no obstante que también se le detectó gran cantidad de irregularidades, las que dijo habían sido cometidos por tres o cuatros de sus colaboradores a los que también va a denunciar ante la FEPADE.
El Bronco, que fue el aspirante de los independientes que se suponía mejor posicionado, no solo queda fuera de la boleta electoral, sino también va a ser investigado por el desvío de 26 millones de pesos que el gobernador suplente de Nuevo León le aportó para recaudar las firmas de apoyo establecidas por la ley.
Esa esquizofrenia electoral y judicialización no va a quedar en el ámbito solo de la contienda presidencial, va a permear también en las elecciones de gobernadores, senadores, diputados y presidentes municipales.
Ya el candidato priista a la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, Mikel Arriola anunció que va a demandar a su rival, Alejandra Barrales, de la Coalición Por México al Frente, también ante la FEPADE, por enriquecimiento inexplicable, pues afirma en su declaración de tres por tres, no acredita sus bienes y gastos con los ingresos de toda su actividad laboral.
Aquí mismo el candidato priista a la presidencia Municipal de Chihuahua, Alejandro Domínguez, batió tambores de guerra contra Maru Campos, a quien en desplegado público acusó de haber recibido 26 millones de pesos del ex secretario de Hacienda Jaime Herrera Corral en la contienda electoral pasada que la llevó a la Presidencia Municipal.
Vaya que se están dando con todo. ¿O acaso esta locura electoral está diseñada con la finalidad de inhibir al máximo el voto ciudadano para atrincherarse en el voto útil?