
Estudio de percepción con internas e internos indígenas de Ceresos en Chihuahua, realizado por el PIAI reveló importantes áreas de oportunidad en Derechos Humanos para quienes cumplen condenas.
El Programa Interinstitucional de Atención Indígena dio a conocer los resultados de la encuesta sobre percepción de justicia realizado a internas e internos indígenas en los ceresos del Estado de Chihuahua.
Este estudio fue realizado por un trabajo conjunto entre PIAI, el colegio de intérpretes indígenas Nochaba Nikuuruka Anakupi Niráa y el Tribunal Superior de justicia, con el fin de fortalecer el sistema de defensa y el derecho de traducciones a las personas indígenas que participan en un proceso legal.
Mediante los resultados que se obtuvieron a partir de la realización de entrevistas en lengua materna a internas e internos, arrojó su lugar de origen, los delitos que cometieron, su proceso, si tuvieron traductor y defensor, así como el lugar y contexto en que cometieron los delitos.
En el caso de las mujeres solo el 11% tuvo traductor y el 89% no entendió la traducción, el 57% acepta su culpa mientras que el resto lo niega, por otra parte el 33% de las presas se entregaron por voluntad propia y en el caso de las 67% restantes no fue así.
El 33% de las internas no tuvieron defensor, mientras el 67% restante de las reclusas sí tuvieron uno; sin embargo ninguna pudo entenderle, en cuanto a antecedentes, estas mujeres recluidas, no tienen antecedente en sus comunidades de origen o en sus leyes tradicionales.

Ante las leyes mestizas el 11% de las mujeres ya tenían antecedentes, lo que refiere al ingreso de las que actualmente se encuentran reclusas, el 45% entró en el año 2015; 33% en 2014; 11% en 2008 y en 2011; de estas mujeres el 78% fueron maltratadas antes y después a su detención.
El porcentaje de los delitos que cometieron se distribuye de la siguiente manera: el 78% por homicidio,11% homicidio agravado y el porcentaje restante fue por violencia a su familia. El contexto que ocurrieron los hechos se debe a violencia de género, aborto y ebriedad. Las internas hablantes de rarámuri son mayoría entre la población de internas, solamente 11% habla español y otro 11% chinanteco.
El origen de las presas indígenas es de diferentes lugares del Estado de Chihuahua, como Guachochi, Guadalupe y Calvo, Urique, Bocoyna, incluso hay mujeres provenientes de otros Estados, como son: Guerrero y Veracruz. Mientras que el lugar donde ocurrieron los delitos fueron en los municipios de Guachochi, Guadalupe y Calvo, Cuauhtémoc, Bocoyna y Juárez.
En el caso de los internos, solamente el 34% contó con un traductor durante su proceso penal, en donde el 78% no entendió nada, el 2% entendió poco y el 20% si entendió la traducción, el 60% de los varones aceptó haber cometido el delito y del total de la población de los internos indígenas, solamente el 20% se entregó.

Hay 220 hombres recluidos de origen rarámuli, 60 tepehuanos, 4 pimas, 2 guarijios, 5 nahuatl, 2 cholt, 1 tarasco, 2 tzetzal, 2 mayas y 1 mazateca. El 54% habla español; 13% rarámuri y español; 1% mazateca y español; 13% español y tepehuano; 1% solamente tepehuán y 18% solo hablan rarámuri.
El 3% de los incidentes ocurrieron en una fiesta tradicional, mientras que el 11% de las mujeres están encarceladas por aborto
En el documento se puede apreciar los delitos que cometieron las mujeres y los hombres. En el caso de las reclusas el 78% cometió homicidio, 11% violencia familiar y el resto homicidio agravado. En el contexto que se dieron la mayoría de los hechos fue por violencia de género, fue un 67%, mientras que el 22% de los casos se dio en estado de ebriedad, por último el 11% por aborto.
En el caso de los varones, la estadística de los delitos es un poco más compleja, ya que se encuentran reclusos por diversos delitos, el 48% por daño; 6% abuso sexual agravado; 2% consumo y posesión de drogas; 4% abuso sexual, el resto cometió doble homicidio, estupro, extorsión, feminicidio, atentado de homicidio y cómplice de homicidio. El 46% de los casos ocurrieron cuando la persona se encontraba bajo las influencias de alcohol, 3% en una teswinada, 3% mientras se encontraban drogados y 2% por brujería.
Este estudio exploratorio reveló cómo perciben los internos indígenas su proceso judicial. A las organizaciones que integran el Programa Interinstitucional de Apoyo al Indígena permite observar los resultados de esta primera evaluación y los retos que implica el sistema de interlegalidad, expresó el coordinador del programa Carlos Ordóñez.