Cultura

«Rostro y corazón» o la búsqueda del verdadero yo: filosofía náhuatl

El rostro como la definición de la esencia individual de las personas en la filosofía náhuatl

Tlamatinime, es el espejo que ayuda a buscar el rostro de las personas, entendiéndose como la esencia o personalidad, más allá de lo que actualmente se concibe el cuerpo como “imagen”, la filosofía náhuatl presenta un concepto “rostro y corazón” donde profundiza la identidad individual.

El Seminario de Estudios Éticos del Círculo de Investigaciones Filosóficas y Jurídicas AC, desde el 13 de febrero, se encuentra analizando la filosofía náhuatl, en el marco del Año de las Lenguas Indígenas, lo cual permite la reivindicación del pensamiento ancestral mexicano que, a pesar de estar documentada, cuando se habla de filosofía se hace desde fuera del país.

Seminario de Ética, análisis de la Filosofía Náhuatl

En este sentido, este 20 de febrero el tema fue “Rostro y corazón”. lo cual habla de la esencia del ser humano en el plano individual. De acuerdo con el texto que las y los participantes del Seminario de Ética analizan, el cual fue escrito por León Portilla, expresaba que en la filosofía náhuatl sus percepciones eran un control sobre ellos mismos, así como el significado del trato como seres humanos.

En dicha filosofía profundiza y cuestionan: ¿cuál es la identidad de cada persona? Más allá de lo que pudiera percibir de un reflejo, que en esas épocas éste se podía ver a través de un jade bien pulido, se adentraba en el verdadero rostro y no en la imagen. Esta filosofía, como bien lo mencionábamos, está consciente en que cada persona finalmente es única, pero que al mismo tiempo tenía este perfeccionamiento de sí misma.

Tal ha sido la filosofía que fueron un imperio que logró evolucionar tan solamente en 200 años, y bien se comentó en el curso hubo dificultades sociales, pero que a pesar de ello el avance fue voraz. Dentro de su cultura se quitó el “relativismo”, y únicamente existía un rostro, es decir, una personalidad, la cual no cambiaba por los lugares en que las personas se desenvolvían, solamente se era.

Hablando de la relatividad, término muy presente en el mundo occidental, se puede pensar que una persona tiene muchos rostros, pero en la cultura náhuatl se creía que tenía sólo uno por los conocimientos adquiridos. Y en el caso en que esto no se cumplía era cuando la persona dejaba de representar algo.

Tlamatinime, guía para buscar el verdadero rostro.

Desde este punto de vista se habló de las personas que pierden su personalidad, sobre todo cuando se habla de grupos, pues la gente tiende a buscar encajar y para lograrlo lo usual es compartir características comunes, desde la forma de pensar o ver lo que sucede más allá de la imagen. A esto en occidente se le conoce como la despersonalización, de acuerdo con el filósofo Carlos Ordoñez.

Es en este último caso que la filosofía náhuatl recobra una gran importancia, pues el término tlamatinime es entonces una especie de espejo que busca encausar a las personas a encontrar su rostro o su verdadero “yo”, parte esencial de la filosofía que siempre cuestiona sobre este aspecto.



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