Leyes deben adaptarse al derecho indígena, no a la comodidad de las instituciones: Francisco López Bárcenas

Ralámulis podrían ejercer su sistema de justicia inclusive si se tratara de un homicidio: Francisco López Bárcenas

Las creaciones de leyes deben comprender los valores indígenas para hacerlas enfocadas a derecho y no para luego buscar cómo acomodarlas a las instituciones de gobierno. Chihuahua vive un momento culminante en la discusión de la reforma constitucional en materia indígena, enfatizó Francisco López Bárcenas.

El abogado Francisco López Bárcenas visitó del 29 de abril al 1 de mayo la ciudad de Chihuahua, luego de una invitación por parte del Gobierno del Estado para una mesa de trabajo respecto a la iniciativa de reforma constitucional, que propuso el Ejecutivo en torno al tema de derecho indígena, esto por ser uno de los intelectuales que más ha trabajado en este rubro.

En este sentido, el reconocido abogado mixteco, especialista en derechos indígenas, dijo que lo que se está discutiendo actualmente es una reforma constitucional que puede abarcar más de lo que ha hecho, y con ello una ley de derechos indígenas y una de consulta. Expresó que su presencia en la entidad es para dar asesoría técnica, para indicar qué materias son competencia del Estado y cuáles de la Federación, ya que muchas leyes se han metido en eso, pero no funcionan.

En el Congreso se analiza que las comunidades puedan hacer uso del sistema de justicia, inclusive cuando se trate de un asesinato. Ya que lo que respecta a las comunidades ralámulis, López ha dicho que ellos la aplican, aunque este enfoque no les agrade a algunos defensores públicos, quienes han expresado que tal función pertenece al Ministerio Público, por lo que el abogado enfatizó que así es por el momento.

Asimismo, dijo que mucha de la legislación es de subordinación, más con fines políticos que para reconocer derechos. Por lo que mencionó es muy interesante cómo Chihuahua se ocupa de esos temas.

En 1906 los Terrazas crearon la Ley Indígena, la cual era para controlar, pero estuvo pensada en indígenas de esa época. En la etapa contemporánea de 1994, Chihuahua fue el primer estado con una reforma constitucional, en 2010 el derecho al consentimiento fue integrado y con la Ley Indígena se reconoce la autonomía y personalidad jurídica de las comunidades; sin embargo, ahora hay otro periodo que busca realizar cambios.

Hubo una reforma agraria muy acotada y tardía, es decir que existen grandes características que son propiedad histórica de los pueblos y las forestales, el problema de la explotación le da cierta peculiaridad a la entidad.

López Bárcenas, comentó que los empresarios tienen una fundación, el Programa Interinstitucional de Apoyo a Indígena, y no hay lugar dónde lo tengan, se podría decir que son benévolos, sin embargo, es en sí el impuesto que de todas formas deberían pagar, pero lo destinan a eso, comentó López Bárcenas.

Dijo además que es importante considerar los valores de las comunidades indígenas. En este sentido las leyes deben adaptarse a ellas y no crearlas de manera genérica, para luego buscar cómo adaptarlas a los valores.

Un ejemplo de ello está también dentro de las comunidades ralámulis, pues se tiene la creencia que las mujeres tienen 4 almas y los hombres 3. En este sentido llevan esta cosmovisión al momento de gobernar, es decir, mientras que los hombres gobiernan 3 años, las mujeres lo hacen por 4 años. Sin embargo, en caso que una mujer llegara a la Alcaldía, las leyes violarían su derecho, ya que establecen que sólo pueden presidir por 3 años.

¿Quién es Francisco López Bárcenas?

Francisco López Bárcenas es abogado, periodista, escritor, asesor agrario, líder social de origen mixteco, en específico de la comunidad Ñu Savi, palabra que significa «Pueblo de la lluvia». Nació en Santa Rosa, Caxtlahuaca, en el municipio de Juxtlahuaca en 1962.

En entrevista para Difusión Norte, contó que a los 27 años, mientras se encontraba en Culiacán, Sinaloa, decidió empezar a estudiar, ya que la vida como migrante y el trabajo en el campo eran muy duros.

Luego de eso hizo una una Maestría en Derecho Social en la Universidad Autónoma de México y luego otra Maestría en la Universidad Autónoma Metropolitana en Desarrollo Social, así como un doctorado en Desarrollo Rural. Profesionalmente ha trabajado litigando asuntos particulares y ha estado trabajando como funcionario público en algunas ocasiones en la Ciudad de México, con la administración del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas y en el Gobierno federal estuvo poco tiempo en la administración con Vicente Fox, en el Instituto Nacional Indigenista. Actualmente se dedica a la investigación académica, es profesor investigador en el Colegio de San Luis.

López Bárcenas, recordó que en un principio quería se ingeniero agrónomo y algunas veces quiso entrar en la Universidad Autónoma de Chapingo y su papá no lo dejó, pues pensaba que era mucho tiempo de escuela de la prepa y la licenciatura, además la situación económica era complicada. Sin embargo al migrar a Culiacán lo primero que quiso fue estudiar para ingeniero agrónomo, el problema era que la escuela estaba muy lejos de la capital  y no tenía dinero para ir y venir, por lo que desistió.

 Luego pensó en estudiar la carrera de Medicina, ya que para sostenerse estuvo trabajando en varias farmacias, y cuando fue a inscribirse a la Escuela de Medicina no le gustó, pues las instalaciones estaban en malas condiciones, además de que era muy cara. Por lo que se fue a estudiar Sociología en la Escuela de Sociología, Derecho y Ciencias Sociales, y cuando llegó ahí se dio cuenta que era una carrera de reciente creación, por lo que no había maestros ni programas. Pero no volvería a su tierra sin saber nada, dijo, fue así que finalmente decidió estudiar Derecho, de lo cual no se arrepintió, especialmente al percatarse que esta profesión tenía otra cara, la cual iba más allá de “abogados corruptos”. El licenciado, enfatizó que esa otra cara es muy humana.

Lopéz Bárcenas y su encuentro con el ser indígena en la mesa de San Andrés del Movimiento Zapatista

El abogado terminó su carrera en 1993, fue el primer lugar de su generación y como tal le correspondía una beca para ir a estudiar a la UNAM en un programa que tenía para formar profesores. Dicha beca era tripartita, una pequeña parte la daba la Universidad de Sinaloa, otra correspondía a la UNAM y otra la otorgaba la Secretaría de Educación Pública.

Luego en 1994 aún se encontraba en Sinaloa cuando supo del levantamiento Zapatista, en ese entonces pensó que acabarían con ellos y se sorprendió que no fuera así. En ese momento laboraba Derecho Penal y no trabajaba en Derecho Indígena y le tocaba inscribirse en la UNAM, por lo que se sorprendió al ver su nombre para ser asesor invitado en Chiapas, ya que no sabía mucho al respecto, aunque había trabajado en la mixteca organizando indígenas, pero esto era diferente, explicó el abogado.

Dijo que él sentía que dicho cargo resultaba para él algo muy grande, sin embargo, sus compañeros de Chihuahua, en específico Carlos Gutiérrez, quien actualmente es visitador de la Comisión de Derechos Humanos, lo animo mucho. En ese entonces López recién había comenzado a trabajar en el Instituto Nacional Indigenista (INI), pero sus compañeros del posgrado lo animaron a participar como asesor y los del INI inclusive cooperaron para que pudiera realizar el viaje.

En las mesas de San Andrés hubo tres etapas: una general donde cada quien decía lo que quería, había mucha gente, entre asesores e invitados llegaban a los 600 y decían todo lo que se podía; y en la segunda mesa era para sistematizar lo que se había hecho al principio.

El ejército zapatista le pidió que lo representara, por lo que se sorprendió mucho ya que él decía que no sabía sobre derecho indígena, pero no se pudo negar por la forma en que se lo pidieron, pues el comandante le dijo ¿no nos quiere hacer un favor? De ahí inició a estudiar de lleno sobre derecho indígena y descubrió lo que era ser indio, enfatizó.