Opinión

¿Cómo es la identidad mexicana?

La identidad nos permite asociarnos con otras personas, pero también nos lleva a la exclusión

Con la reciente solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador al rey Felipe VI de España, para que dicha nación ofrezca una disculpa a México por la conquista, han surgido varios temas y uno de ellos es sobre la identidad, la colectiva y la individual.

Si bien algunos se han posicionado a favor del tema por considerar que la forma en que se dio la conquista española causó muchos daños a las culturas que ya estaban establecidas. Hay otras personas que se han posicionado en contra de dicha solicitud y no es que no tengan presente nuestra historia, sino que han puesto en panorama las actuales problemáticas que se vive en todo México, y no únicamente con los pueblos originarios, sino varios sectores de la sociedad que siguen sin acceso a la educación o al empleo, o son despojados de sus tierras.

Entonces para reconocernos como mexicanas o mexicanos, y para sanar lo que trajo la conquista, las disculpas de España resultan ser meramente adorno, pues dicho trabajo es de la sociedad mexicana que debe reconocer su multiculturalidad, y lidiar con ello y aceptar sus orígenes sean cuales sean, y construir una identidad propia sin creerse superior a ninguna otra.

De manera colectiva puedo decir que México es un país multicultural, con gente mestiza, indígena, afrodescendiente, entre otras. Existen alrededor de 68 lenguas indígenas.

Luego las regiones del norte, sur, este y oeste son distintas en su forma de apreciar la vida, aunque todas coinciden en la pasión con la que aman al país y disfrutan de ella.

Al exterior la gente de México se nota alegre, solidaria, hospitalaria y a pesar de ello en muchas ocasiones esta identidad se pierde. Dentro del país, los debates donde indígenas y otras identidades son tan distantes se presentan a lo largo y ancho del territorio mexicano, y los cuestionamientos en los grandes foros son para ver curiosamente al que no es “igual”, y no para entenderle y convivir armónicamente.

Somos tan diferentes que asusta vernos iguales, lo que lleva en muchas ocasiones a lastimarnos los unos a los otros. La solicitud del presidente más que definirla como buena o mala, tomémosla como punto de inicio para una reflexión interna de quiénes somos y cmóo convivimos con los demás.



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