
No dejar a nadie atrás: Agenda 2030 de la ONU
Uno de los principios planteados dentro de la Agenda 2030, creada en el 2015 por más de 150 países, es alcanzar un escenario con menos desigualdades y donde prevalezca la inclusión social, todo esto ligado a poder generar un desarrollo sostenible a nivel global, pero ¿qué relación se tiene?
Dicha agenda se compone por 17 objetivos y 129 metas (planteadas dentro de los objetivos), y el número 10 se llama «Reducción de las desigualdades en y entre los países». A su vez conlleva 10 metas, de las cuáles la 10.2 dice lo siguiente: «De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición».
La inclusión socia, tiene una relación directa con el tema de la discriminación, pues al ejercer acciones discriminatorias se vulnera a una persona o grupo social y se limita su acceso a derechos humanos, generando un tipo de exclusión social. Entonces la inclusión social conlleva aplicar el principio de no discriminación.
Por su parte, el desarrollo sostenible (o sustentable) es aquella forma de seguir generando un desarrollo económico y social sin comprometer o limitar las capacidades de las futuras generaciones. O bien, vivir sin acabar con el planeta o crear esquemas sociales que no permitan a las personas tener acceso a los derechos sociales.
Entonces la inclusión social ayuda a alcanzar el desarrollo sostenible porque es una manera de incluir a todas las personas y tener la conciencia de que existe una humanidad diversa en condiciones, necesidades y contextos y por ello tenemos que construir esquemas (desde eventos simples hasta políticas públicas) incluyendo a todos.
El desarrollo sostenible es algo ideado para que lo ejerzan y lo puedan gozar todas las personas sin distinción alguna, y para ello solo se necesita una pequeña cosa: inclusión social.
Pero, ¿cómo vamos en el alcance de una verdadera inclusión social? Al escuchar del tema de derechos humanos o de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) pensamos y reflexionamos sobre los derechos que se violan en nuestro entorno y los objetivos que hacen falta en donde vivimos.
Inclusive la discriminación está presente en lugares donde muchas veces no percibimos, como la educación pública, respecto a la «educación regular» y la «educación especial» dirigida a personas con discapacidad; nuestro lenguaje, la infraestructura inadaptada en las calles que pone más en riesgo a las mujeres a ser víctimas de violaciones o dificulta la movilidad de gente mayor, entre otras situaciones.
Nos queda mucho trabajo qué hacer para solucionar este tipo de fenómenos y crear sistemas de educación que estén al alcance de todas las personas y contengan una visión más humanitaria y de trabajo en equipo real, no sólo simulaciones de estar haciendo las cosas bien. La manera de relacionarnos es algo que se puede controlar y se puede enseñar, mientras más personas nos demos cuenta de los escenarios de desigualdades que existen y queramos hacer algo al respecto más cercano, estará al alcance una inclusión social y un desarrollo sustentable.