Hoy, las 4 almas de Kiriaki danzaron rumbo al sol y dejaron su cuerpo

Empezó el camino a su cambio de ciclo ayudando a 30 personas

Hoy las 4 almas de Kiriaki Orpinel Espino danzaron rumbo al sol, tras sufrir un derrame cerebral, aproximadamente a las 16:00 horas, este ciclo de vida terminó para dar continuidad a su existencia al cosechar lo que en 53 años sembró.

Fue el 19 de enero de 2019, momentos después de las 4 de la mañana cuando abrió sus ojos, sonrió al amor de su vida y dijeron buenos días, empezaron las actividades de un sábado cotidiano. “Hola parejo”, la imagino diciendo y sonriendo, más no sé si se hablaban de esa manera en sus secretos, pero sí lo expresaba tantas veces que de él nos platicó y explicó su forma de ver la vida.

Fue un derrame cerebral lo que unos momentos después generó el cambio de ciclo, pues unos instantes después su cuerpo de yacía en el suelo de su cocina, ese espacio tan íntimo donde le gustaba platicar para tejer historias, anécdotas y análisis.

En un breve tiempo recibió auxilio médico, llegó al hospital y se realizó la atención necesaria, sin embargo, ya el ciclo de cambio se había iniciado y cerca de las tres de la tarde se conoció la muerte cerebral. Este anuncio, junto al amor y fortaleza de su cuerpo, inició un nuevo ciclo de transformación.

“Ella siempre fue generosa, de gran entrega, por qué no habríamos de serlo en este momento”, fue la expresión valiente, solidaria y llena de amor de su familia al decidir realizar la donación de órganos, permitiendo que mientras sus almas darán muchas vueltas al sol, su cuerpo encienda la luz de vida en 30 personas más.

La Iyerúame y el Onorúame le llamaron hasta donde está su ombligo en Guachochi, Chihuahua, entre luz y carcajadas, como en repetidas ocasiones lo expresó, por ello quienes la aman y ahora ven el cambio de ciclo, cuando su cuerpo se retira, entre abrazos amorosos sumaron su luz para ayudarle a iniciar este nuevo camino.

A partir del domingo su cuerpo será despedido, entre fuertes abrazos de quienes extrañarán sus sonrisas y palabras le despedirán para que inicie el camino con la certeza de que su presencia se queda en sus enseñanzas, aprendizajes y vida.