Política y Legalidad

Una buena ley está a favor del Estado, no sólo al interés del gobernante: Han Feizi

¿Cómo se debe de gobernar? ¿Qué debe de tener una ley para ser justa? y ¿Por qué es importante tener buenos gobernantes?

En el Congreso del Estado de Chihuahua desde hace 8 años se realiza el Seminario de Estudios de Ética, impartido por el Lic. en filosofía, Carlos Ordóñez que tiene un turno matutino y vespertino abiertos al público en general; en lo que va del 2018 se realizó el estudio de los filósofos Chihos.

Cada miércoles a las 8:00 horas el viernes en las oficinas de Difusión Norte Consultores a las 17:00 horas se realizan las sesiones de estudio de ética política, actualmente se analizan la filosofía china, en la clase del miércoles 20 abordaron la propuesta de un legalista llamado Han Feizi que vivió del 279 a. C al 233 a. C que aborda una propuesta sobre como se debe de gobernar.

Han Feizi planteaba que las leyes no están establecidas por un mandato divino, sino que son construidas por un soberano o un monarca. Y la forma correcta de establecer las leyes para un buen gobierno, es pensando en que le beneficia al Estado. Ya que cuando una ley se establece solo a favor de una persona o un grupo, solo beneficia a unos cuantos; cuando predomina una mayoría  esta es quien gobierna no hay control público.

Cuando no hay control público, se debe a que el gobierno no actúa a favor del estado y lleva a un castigo urbano que es el desgobierno

Aplicando la teoría de Han Feizi, se puede observar que cuando llega un partido político al gobierno y apoya solamente a cierto sector de la población, inmediatamente lleva a un castigo urbano que es el desgobierno, ¿Por qué sucede esto y por qué las leyes ni la administración no son justas? Porque no se ve por el bien del Estado sino ve el bien particular y esto sucede porque el gobernante no sabe identificar entre un ministro bueno y uno malo, un error frecuente es pensar que un buen ministro es quien ve por sus intereses y los del gobernante.

En México quienes gobiernan buscan el beneficio de su política y el beneficio de su presidente, alcalde, etc y no el bienestar del estado, creando así el castigo urbano. Pero además al monarca o a quien tenga el rango superior en la administración, no lo inmortalizan, sino que mientras buscan el beneficio para unos cuantos a su vez confabulan contra el mismo diligente.

Antes se cambiaba de monarca y era asesinado, ahora se cambia y los políticos brincan de un partido a otro, según quien gobierne

Y los mismos militantes que pueden estar a favor de un partido, pueden estar en contra del partido al que sirven y perseguir los delitos de militantes del partido contrario, pero delitos que incluso ellos mismos cometen. Se tiene un mal gobierno, porque no se dicen las cosas de manera clara. El Estado debe de decir «Necesito gobernar y necesito que se haga esto porque es bueno para nosotros», si la gente no sabe los propósitos de las acciones gubernamentales, no hay un control público ni políticos.

Hay dos tipos de personas, la que le gusta seguir la ley y a la que le gusta estar en contra. Los malos gobiernos premian a la gente que tiene buena reputación, porque necesitas una voz que te recomiende pero esto no da buenos resultados. Y a estas personas no hay que promoverlos, de acuerdo a Han Feizi. Porque para que las cosas funcionen lo que debe de haber son hechos y resultados, no recomendaciones con base a especulaciones de otras personas sobre quién debe de entrar a gobernar.

Y a estos se debe de premiar, pero dentro del área en la que esta persona es buena, por ejemplo a quien trabaja en un área de desarrollo social y se desempeña excelente en su trabajo y muestra grandes resultados, el premio es promoverlo dándole la oportunidad de encargarse de la Secretaría de Desarrollo Social porque hace bien su trabajo. Esto se sabe hace más de 2 mil 900 años o al menos lo saben en China porque la interpretación de Han Feizi, recién se esta introduciendo a occidente y llegando a México.

Seminario de estudios de Ética, Filosofía China: Han Feizi

Publiée par Círculo de Investigaciones Filosóficas y Jurídicas A.C. sur Vendredi 22 juin 2018



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