
A más de 7 años como traductora, Guadalupe ha fundado una asociación para especializar traductores y cuenta con un cortometraje: «Las visitadoras»
«Las visitadoras» es un cortometraje que habla de la importancia del trabajo emprendido por la traductora Guadalupe Pérez en el sistema penal del estado de Chihuahua. La traductora ha impulsado a través de capacitaciones a la especialización del tema jurídico por medio de su asociación Nochaba Nikuuroka Ankupi Niráa.

En 2018, a través de la asociación Ambulante, fundada por Gael García, Diego Luna y Elena Fortes, dedicada a apoyar y difundir el cine documental, se lanzó el cortometraje «Las visitadoras», el cual haba sobre el trabajo que ha realizado la traductora indígena Guadalupe Pérez con internos indígenas para garantizar el debido proceso en lo que se refiere al sistema penal en el estado de Chihuahua.
El documental, dirigido por el director Sergio Blanco Martín, realizado en el Cereso ubicado en el municipio de Guachochi, habla sobre los seis años en que la traductora Guadalupe Pérez ha realizado el trabajo de manera voluntaria y gratuita. El cortometraje estará disponible en Plaza los Laureles, ubicada en la avenida Universidad y División del Norte, el 6 de abril a las 6:00 de la tarde. Después de la proyección, Guadalupe estará respondiendo preguntas del público.
Por otra parte, se proyectará el documental “Cuando cierro los ojos”, dirigido por Michelle Ibaven. Éste habla sobre dos presos indígenas, uno mazateco y otro mixteco, encerrados injustamente por un homicidio y cómo la justicia les negó ser escuchados, además de que su proceso fue violatorio. La directora estará presente en la presentación del documental. Ambas cintas serán proyectadas también en Juárez el 8 de abril a las 6:00 de la tarde.
La importancia de las y los traductores indígenas reside en que se informa correctamente a las personas y puedan tomar mejores decisiones y sin miedo.

En entrevista con Guadalupe Pérez, habló sobre la importancia que internos indígenas tengan un traductor y recuerda cómo inició su camino en la especialización de las traducciones. Recordó que en las campañas para que las mujeres se realizaran el estudio de Papanicolaou, llegaron un día a su casa y ella aceptó ir, por lo que dio sus datos, luego le hicieron el estudio.
El día que le entregaron los resultaron le dijeron que le tenían una mala noticia, desde entonces el miedo empezó a apoderarse de la traductora, pues le aseguraron que debía someterse a una operación porque podría tener cáncer. Le sacaron una cita y le indicaron el lugar donde se llevaría a cabo el procedimiento, donde al llegar inmediatamente la pasaron a un curato y le pidieron que se quitara la ropa, situación que aumentó el miedo que ya sentía, recordó. Durante el procedimiento fue cauterizada por un quiste, sin embargo, en ese momento ella sintió que la quemaron.
Relató que al salir de ahí estaba temblando del miedo, pues nadie le explicó el procedimiento, no sabía qué le estaban haciendo, además iba sola. “Yo en ese momento entendía un poco español y me asusté mucho”, enfatizó, fue de ahí que vio la necesidad de traductores en las diversas instituciones.
Aunada a esta inquietud, en 2005 el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas realizó una capacitación de traductores indígenas a 35 personas, sin embargo, no hubo seguimiento, explicó la traductora.
Nochaba Nikuuroka Ankupi Niráa, asociación que especializa a traductores en temas jurídicos

De ahí Guadalupe Pérez siguió trabajando sola en el Sistema Penal, hasta que decidió buscar que más personas se capacitaran para que pudieran hacer las traducciones, sobre todo jurídicas, de la mejor manera. Por lo que constituyó la asociación Nochaba Nikuuroka Ankupi Niráa, que actualmente tiene a 20 traductoras y traductores que reciben capacitación constantemente. De ese mismo grupo surgen nuevas ideas, desde profundizar más en el rescate de algunas palabras que se han dejado de usar dentro de las comunidades.
Una de las anécdotas de la traductora tiene que ver con la contratación de traductoras o traductores no capacitados en el lenguaje jurídico, lo que significa que quienes sean imputados sean informados correctamente. En uno de los juicios el juez pidió que se le dijera al imputado que no podía salir del país, sin embargo, quien estaba a cargo de la traducción le informó que no podía salir y no le explicó más. En ese juicio estuvo presente la traductora y como es su costumbre visita a las personas para ver cómo ha avanzado su caso.
Recordó que al llegar a la vivienda de la persona y preguntar por él, un familiar le mencionó que estaba dentro de la casa, pues en el juicio le habían dicho que no podía salir, el señor duró 15 días encerrado en su hogar hasta que la traductora le explicó que el juez había dicho que no podía dejar el país.
Con los resultados del trabajo emprendido por Guadalupe Pérez, dijo sentirse segura, pues el número de traductoras y traductores va aumentando y cada vez están más especializados. Ahora lo que falta es que las instituciones se apoyen en ellos para que los procesos, ya sea penales u otros, se den en pleno derecho.
Con el documental la traductora ha asistido a varias ciudades y una de ella fue en el Festival Internacional de Morelia junto con Diego Luna, quien le comentó que le había gustado mucho el cortometraje. En ese mismo foro escuchó inquietudes de otros indígenas respecto a que existen imposiciones de personas no indígenas para la gramática de las lenguas, en este sentido enfatizó que la decisión debe ser de las comunidades.