
Consejeras fueron concentradas, pero en lugar de instalación y convocatoria les pedirán que validen una terna prediseñada
Los cambios de personal en institutos nacionales con la llegada del nuevo presidente Adrés Manuel López Obrador son una realidad, pero, ¿qué tan apegados a la legalidad se harán estos procesos? En el Instituto Nacional de las Mujeres está la interrogante ante la apresurada elección de la próxima titular del mecanismo.

El Instituto Nacional de las Mujeres se conforma por dos consejos: uno social y uno consultivo, los cuales tienen como labor el correcto funcionamiento de éste. Son quienes se encargan de redactar los lineamientos para convocatorias para quienes se integran al Instituto.
Recientemente las 32 consejeras fueron citadas desde el 5 de diciembre para su primera sesión de consejo e instalación, pero de fondo está también la elección de la terna de mujeres, en las cuales no han sido consideradas de forma democrática todas las interesadas a ocupar el puesto y se filtró la información de que el orden del día de dicha sesión incluye la votación de una terna ya armada de la cual saldrá la nueva directora del Inmujeres.
Sin embargo el proceso está en medio de una controversia debido a la forma en que Martha Lucía Micher Camarena, responsable de la transición en el Instituto ha conducido los trabajos de entrega-recepción para favorecer a una candidata relacionada directamente con ONU Mujeres desde hace dos meses.
Se señala que la senadora Micher ha pedido la renuncia de 255 personas que laboraban en el Inmujeres, atribuciones que no le corresponden y que violentan los derechos las y los empleados. Asimismo, quiere pasar por alto el mecanismo preestablecido por el Instituto en la elección de directoras e imponerse.
Como lo indica el reglamento, antes de la formación de las ternas se realizan las convocatorias para que las mujeres puedan ingresar su curricular y ser evaluadas, de esta manera se decide si son idóneas o no para el puesto. Pero ahora esto no se respetó, pues se hizo una convocatoria no formal, por lo cual se recibieron únicamente 19 currículum, sin considerar a las consejeras.

De esos expedientes ya se ha propuesto una terna, la cual será votada el 6 de diciembre en la Junta de Gobernación. Los nombres que suenan son los de: Nadine Gassman, representante de ONU Mujeres Brasil; Candelaria Ochoa, activista jalisciense; Maricela Contreras, ex diputada federal; y Carol Arriaga, secretaria de Mujeres de Morena.

Por otra parte, una de las participantes de la convocatoria, que se hizo sin respetar el proceso, ha enviado una carta para pronunciarse contra la manera en que se está llevando a cabo la transición en Inmujeres, y se dirige al nuevo presidente y a la senadora Olga Sánchez Cordero, a quienes expresa su preocupación sobre la visibilidad que se le ha dado a unas pocas candidatas para ocupar el puesto.
Asimismo, señala que están en el mejor ánimo en proponer que el proceso se apegue a los principios democráticos como procedimiento de coherencia con los valores que el nuevo gobierno promueve y recomienda que la lista completa de las candidatas sea revisadas para que sea un proceso transparente y de acuerdo a las normas.
La controversia ha tenido señalamientos también por parte de otras interesadas en participar en el proceso, quienes han denunciado que no ha sido un proceso democrático sino con marcadas preferencias e inequidad en favor de Nadine Gassman y que el organismo internacional ONU Mujeres está generando tendencias a favor de Gassman.
Colectivos de mujeres y la académica Magdalena García Hernández quien también está interesada en participar en el proceso pero demanda un proceso equitativo que las mujeres mexicanas merecemos presentó una misiva a las integrantes del Consejo