
De enero a septiembre en el estado de Chihuahua ocurrieron 41 feminicidios: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
A diario mueren siete mujeres en el país por razones de género. En las recientes estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México, se dio a conocer que en Chihuahua en lo que va del año se han registrado 41 feminicidios, y cada mes en promedio son asesinadas cuatro mujeres.

Las cifras anteriores demuestran los riesgos que corren las mujeres en la vida comunitaria, así como en la privada, los cuales son latentes sin importar la edad. Durante 2018 han sucedido varios asesinatos, pero el más reciente, el de una menor en el municipio de Chihuahua, nos pone a pensar en la seguridad de la movilidad de las mujeres en la ciudad.
Aunque para cierto sector de la población parezca repetitivo, las mujeres enfrentan el miedo cuando caminan en una calle solitaria u oscura, teniendo que vigilar en todas las direcciones por si hay algo o alguien extraño, pues es que al salir de casa surge un sentimiento de alerta y sobrevivencia, el miedo se esconde bajo las sombras.
Ese miedo que ninguna mujer quisiera descubrir, sin embargo, debe ser señalado para que sepa que no podrá estar ahí por más tiempo y que al caminar solas nuestra libertad no se verá más afecta y estemos seguras de que regresaremos y llegaremos sin contratiempo a nuestro destino.
Ustedes dirán que la inseguridad es para todo el mundo y la cifra de hombres asesinados es mayor, eso también es cierto, pero quienes efectúan dichos crímenes son otros hombres y en el caso de la mujer son asesinadas por el simple hecho de serlo, pues a pesar de los avances que existen en los derechos de la mujer, en la sociedad los roles aún son marcados, y así como existen permisos para unos, existen limitaciones para otras.
Es decir, a las mujeres aún se le señala qué tan ajustada o corta es su ropa o la forma en que llevan su cabello o el maquillaje y por qué elije los zapatos que elige, si su intención es no ser agredida cuando sale de la casa, como si esto fueran las licencias para ser atacadas, porque al ser señaladas por estas características se otorga una tranquilidad a aquellos que cometen los crímenes.
Lo anterior pareciera más bien un permiso para aquel que está acostumbrado a invadir el cuerpo que no es suyo, porque así se le ha hecho saber y no sólo con estos señalamientos, sino con comentarios “usted no es hombrecito” o “es todo un hombre”, poniendo a la mujer como un objeto que se pudiera invadir a su antojo.

Así los monstruos que se esconden bajo la sombra cuando una sale por las mañanas o cuando regresa a casa después de la escuela o el trabajo se van construyendo, soñando que son los dueños de todo y pueden hacer y deshacer a su antojo, incluso hasta vulnerar, lastimar y terminar con la vida de una mujer, que es madre, hija, amiga, niña y sueños.