¿Cuál es la importancia y qué pasa cuándo adolescentes participan en la vida pública y política?
¿Cuáles son las situaciones a las que deben hacer frente todas y todos los jóvenes que deciden involucrarse en un espacio real de participación más allá de su familia y escuela?, como el papel de la ciudadanía les juega en contra y como es este panorama adultocentrista que las y los desacredita.
Por generaciones y generaciones se ha escuchado en medios de comunicación, discursos, en casa e incluso en escuelas expresiones tales como «a los jóvenes no les interesa participar» o afirmaciones como que la gente joven no tenemos la capacidad que hace falta para conocer y opinar respecto a temas de políticas públicas.
Incluso, la última encuesta Enadis 2017 reveló que en las encuestas realizadas en Chihuahua, 31% de las personas justifica llamar a la policía si ven jóvenes reunidos en una esquina y un 55% estuvieron de acuerdo con la afirmación de que las y los jóvenes son irresponsables sólo por ser jóvenes.
Pero, creo que esto es una parte más de un sistema adultocentrista en donde muchas veces personas mayores no consultan a adolescentes sobre lo que piensan, sienten o harían en situaciones que muchas veces les afectan de manera directa. Porque muchas veces en lugar de incluir a las personas a pesar de ser incorrecto, es más fácil suponer y dar por hecho que las cosas son como uno las piensa. Y es que el tema de ser sujeta a ciertos derechos y a otros tantos no, por ser menor de edad y no tener ciudadanía es un panorama complicado.
Por ejemplo, siendo menor si tomas un empleo no tienes derecho a servicios de salud, ahorros hipotecarios y demás áreas que cubre un empleo para un alguien que tiene la ciudadanía. Si no eres ciudadano u ciudadana no puedes ser votado, ni tener derecho de petición, contribuir en la construcción de leyes, no eres parte de los votos de consulta popular y tampoco puedes formar parte de asuntos políticos.
El estándar de edad fue asignado con base a una generalización del promedio en el que se alcanza una madurez plena. El problema con las generalidades es la existencia de particularidades. Hay escenarios en los que la ciudadanía es importante para los adolescentes y tenerla ayudaría a que su integridad sea más respetada, estén en una situación de igualdad y tengan más derechos, como es el caso de jóvenes que trabajan o no tienen algún tutor o tutora legal.
Hay jóvenes que tienen ganas de contribuir a un cambio, tienen la capacidad y conciencia de afrontar un papel político para el ejercicio de sus derechos ciudadanos, convirtiéndose en monitores activos que buscan mejorar la sociedad. Y no sólo hay los que quieren, sino quiénes están buscando hacerlo a través del desarrollo de proyectos sociales o el destacar en áreas académicas, culturales y deportivas.
Como Margarita Cañas, quién tiene 17 años y fue una adolescente destacada en el programa Mujeres en STEM, Alejandro Alcaraz de 12 años qué fue a una competencia mundial de matemáticas en India así como Andrea Sulim que ha llegado a panamericanos Rusia. Y estos adolescentes han salido del estado de Chihuahua.
La inquietud de crecer, de aportar y el talento están, sólo falta la credibilidad y la adaptación de la cultura social que se tiene respecto a la opinión de los adolescentes, para fortalecer y visibilizar cada vez más el trabajo y ganas de lograr tanto de este grupo de la sociedad e ir quitando esa idea de que por se jóvenes no pueden y no quieren.