
Solo el 30% de los indígenas internos en el Cereso de Guachochi, Chihuahua está satisfecho con el apoyo de su traductor durante el juicio, pues en la mayoría de las casos no tuvieron uno o no le entendieron; incluso en un 5% hablaban una lengua indígena diferente a la del acusado.
Solo el 44% de los indígenas internos en el penal de Guachochi entendieron lo que ocurrió durante su proceso condenatorio; solo un 38% expresó haber tenido un intérprete de su lengua son los resultados de un estudio de percepción del debido proceso realizado por el Observatorio de Derechos Indígenas del Programa Interinstitucional de Atención al Indígena.
Los resultados de este estudio se presentaron durante el informe de actividades del conocido PIAI, al celebrar los 18 años de su constitución, representantes de diversas instituciones privadas, instancias públicas y organizaciones de la sociedad civil se reunieron en la Comisión Estatal de Derechos Humanos para dialogar sobre el primer estudio de percepción al debido proceso en presos indígenas.
El estudio que se realizó a través de entrevistas en lengua materna, asistido por traductoras del Colegio de Intérpretes Indígneas Nochaba Nikuuroka Anakupi Nira, buscaba conocer cual es la percepción que tuvieron los internos sobre el proceso que enfrentaron ante la comisión de un delito, lo que les llevó a cumplir su condena en el Cereso de Guachochi.
Los resultado del estudio de percepción de debido proceso fueron publicados a través de las redes sociales del Programa Interinstitucional de Apoyo al Indígena PIAI donde puede conocerse los resultados completos.
A diferencia de la percepción social que indica que es en las fiestas tradicionales, o teswinadas donde se comenten generalmente los homicidios solo el 14% de los delitos se presentaron en el marco de estas celebraciones, el 86% restante se dio en un espacio particular, según informaron los internos. El 9% de los delitos se cometieron bajo el influjo de la mariguana; mientras que un 55% había ingerido teswino fuera de una fiesta tradicional al cometer el ilícito.
El 62% de los internos informaron que no tuvieron durante el proceso un traductor de su lengua materna; dentro de los que lo hablaban solo el 30% entendió lo que su traductor le explicaba, en el 5% de los casas el traductor hablaba un idioma diferente al del acusado y un 5% adicional no supo identificar si tuvo o no un traductor durante el proceso.
Dentro de los casos en que los indígenas del cereso de Guachochi si tuvieron un traductor, en el 15% de los casos el traductor era otro interno que ya se encontraba previamente y en 85% de los casos que si contaron con traductor lo intérpretes son personas externas al penal.
En el rubro de las personas indígenas que trascurrieron el juicio sin un traductor el 62% afirmó que no entendió el proceso pero está dispuesto a cumplir la sentencia y un 14% afirmó que si entendió lo que pasó en su juicio y esta dispuesto a cumplir la sentencia.
Solo el 44% de los internos entendieron lo que ocurrió durante su juicio.
En los distritos de Bravo que integra la región de Juárez y el distrito Camargo todos los juicios a personas indígenas contaron con intérprete, en contraposición se encuentra el distrito de Jiménez donde todos los juicios se realizaron sin traductor. En la capital del estado, distrito Morelos solo el 25% de los juicios a personas indígenas tuvieron la asistencia de un intérprete a la lengua materna de las personas indígenas que participaban en los procesos.
El 9% de los presos indígenas se encontraban bajo el influjo de mariguana durante el delito; y el 55% tomaban tesgüino fuera de una fiesta tradicional.
A diferencia de la percepción social que indica que es en las fiestas tradicionales o tesgüinadas donde se comenten generalmente los homicidios solo el 14% de los delitos se presentaron en el marco de estas celebraciones, el 86% restante se dio en un espacio particular, según informaron los internos. El 9% de los delitos se cometieron bajo el influjo de la mariguana; mientras que un 55% había ingerido tesgüino fuera de una fiesta tradicional al cometer el ilícito.
El 62% de los internos informaron que no tuvieron durante el proceso un traductor de su lengua materna; dentro de los que lo hablaban solo el 30% entendió lo que su traductor le explicaba, en el 5% de los casas el traductor hablaba un idioma diferente al del acusado y un 5% adicional no supo identificar si tuvo o no un traductor durante el proceso.
Dentro de los casos en que los indígenas del cereso de Guachochi si tuvieron un traductor, el 15% de los casos el traductor era otro interno y en el 85% de los casos que si contaron con traductor los intérpretes son personas externas al penal.
Las personas indígenas que trascurrieron el juicio sin un traductor el 62% afirmó que no entendió el proceso pero está dispuesto a cumplir la sentencia y un 14% afirmó que si entendió lo que pasó en su juicio y esta dispuesto a cumplir la sentencia.
Solo el 44% de los internos entendieron lo que ocurrió durante su juicio.
En los distritos de Bravo que integra la región de Juárez y el distrito Camargo, todos los juicios a personas indígenas contaron con intérprete, en contraposición se encuentra el distrito de Jiménez, donde todos los juicios se realizaron sin traductor. En la capital del estado, distrito Morelos solo el 25% de los juicios a personas indígenas tuvieron la asistencia de un intérprete a la lengua materna de las personas indígenas que participaban en los procesos.