
Durante este fin de semana se estuvo presentando la obra de «Voces en el Umbral» escrita por el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, en el marco de las Jornada Rasconbandeanas que marcan el aniversario luctuoso del dramaturgo Chihuahuense, esta vez llevada a escena por el elenco del Foro Cultural Independiente bajo la dirección de Luis Bizarro de Teatro Bárbaro.
Al llegar al teatro desde la entrada se podían apreciar muchas personas que habían decidido, llenas de curiosidad, acudir a ver la obra. Había gente adulta, de la tercera edad, jóvenes y un par de niñas y niños. Muchas personas diferentes entre sí pero con un objetivo en común, mirar esa noche la obra de Víctor Hugo Rascón.
Rápidamente llegó la hora de pasar a la sala, cruzando las cortinas negras estaba el escenario y los asientos, en escena ya se encontraban dos personajes de la obra: una niña, hija de un asendado y una indígena para atenderla. Inmóviles y esperando su momento de hablar. Un elemento que trabaja muy bien el realismo de la historia desde el principio.
«Voces en el Umbral» fue la primera obra reconocida del autor y llevada a escena en teatros nacionales e internacionales. Víctor Hugo Rascón Banda nació en 1948 en Uruachi, un pueblo minero de la sierra de Chihuahua, al norte de México, en un lugar como éste situó esta historia.
La obra comienza con dos mujeres hablando un poco de lo que fue y de lo que eran, para después darle pasó a sus memorias e ir contando una historia hasta llegar a su presente. Sin embargo, para estos recuerdos ellas ya siendo adultas hacían sus propios papeles cuando eran niñas.
Personas adultas interpretando niñas lo vuelve más interesante y un reto más para ambas actrices, Rosa Peña y Yaundé Santana, al momento de convencerte de que aún son infantes.
Todo se desarrolla en un pueblo donde el padre de la niña llegó a poner una mina y esclavizar gente. Dentro de la obra solo hay un actor masculino, Rogelio Quintana, para interpretar a los 3 hombres que aparecen en la historia: el padre de la niña, un mestizo trabajador en la mina enamorado de la niña y el encargado del pueblo.
Los gestos, los movimientos y las expresiones dentro de los actores se veían tan bien trabajadas y llenas de intenciones. Lograban realmente reencarnar cada personaje para poderlo presentar al espectador.
La obra es de poca escenografía, solo los elementos justos que le daban un toque especial. El vestuario muy apegado a la época y a los personajes. Las luces, música y elementos visuales lograron crear una catarsis perfecta.
La trama es interesante y toma giros inesperados a lo largo del tiempo hasta llegar a algo que como espectadora no imaginé, dejándome una completa reflexión sobre la libertad y los esquemas que marcan las clases sociales, la opresión y los nuevos papeles de la esclavitud moderna.
Siendo este un evento gratuito en honor a las Jornadas Rascon Bandiana, estoy segura que muchas personas quedaron sorprendidas por encontrar tanta calidad en un evento abierto al público.
Y es que hay tantos eventos tan llenos de cultura llevados al público por el trabajo de muchas personas de diferentes disciplinas artísticas que se desconocen en Chihuahua, cada vez me doy más cuenta de ello. Y es una lástima que esto suceda, la gente debe, puede y merece estar más cerca de estas experiencias.
Al término de la obra se presentaron los actores a recibir aplausos de la audiencia. Luis Bizarro, el director, dijo unas cuantas palabras sobre esta obra dentro del homenaje al dramaturgo y la importancia que tiene acercar a este arte escénico a las nuevas generaciones. Y como parte de una de esas nuevas generaciones concuerdo totalmente con él.
También habló Lorena Serrano Rascón, sobrina del dramaturgo. Un par de cosas de las que hizo mención aún siguen dándome comezón. Una de ellas fue que mencionó que la obra fue una historia de amor, sin irse más a fondo a los otros temas con problemática social que hubo dentro de la obra.
El amor dentro de esta historia es usado como un recurso más secundario que protagónico, es algo con menos fuerza que la situación y el ambiente en sí en el que se desenvuelve esta. Víctor Hugo Rascón, resalta en viejas entrevistas, que su intención era crear reflexiones éticas y morales de la violencia que crea el racismo, la esclavitud y las categorías sociales.
Por ello pienso que el resumir la obra en una gran historia de amor, no le hace justicia al actor ni a su texto. Además que con estas palabras de cierre fue con las que se retiró el público, de alguna forma afectando su percepción sobre la obra. Así de importantes son las palabras.
El otro comentario fue que se le movía el corazón por ver a los niños sentados al frente y con temas tan fuertes, pero que así era la vida y tenían que ir aprendiendo de ella. Esto lo apoyo más, sin embargo yo creo que no habría porque sentir esa especie de remordimiento o preocupación por exponer a niños de entre 9 y 12 años a obras como esta, sino que al contrario ayuda totalmente a su formación como entes conscientes y más humanos, cosa que hace tanta falta.
El que sus padres o familiares los hayan llevado y espero los lleven a menudo a eventos como este, me pareció muy bueno, yo hubiera querido a su edad tener conocimiento de lugares como el teatro bárbaro. Además de que es un tiempo muy bien invertido y lo más importante, que les deja algo: enseñanzas, reflexiones, valores, concientización, étc.
Fue una muy buena presentación y agradezco que exista un espacio como este con tanta calidad y tantos proyectos en pro de la cultura y educación. Me sentí muy feliz de poder estar en todo el ambiente que genera el teatro y esta es una obra que vale la pena ver.
Y si tienes la oportunidad de asistir a un evento de teatro en cualquier parte de la ciudad no pierdas la oportunidad, la gente de Chihuahua tiene mucho talento que mostrarte.
También hay más obras como está dentro de este teatro que se presentan durante todo el año, la cartelera estará disponible en este medio informativo.