Opinión

La inadaptabilidad de “Watchmen” y la profecía de Alan Moore

No es un misterio que la adaptación a la pantalla grande de “Watchmen” por manos del “talentoso” Zack Snyder fue un rotundo fracaso en cada uno de los sentidos. Sus únicos verdaderos aciertos son los efectos visuales del Dr. Manhattan y la inclusión de Jackie Earle como Rorschach, más allá de esas excepciones, la película con suerte llega a ser palomera.

Muchos culpan a la elección del director, pues al ser “Watchmen” la mágnum opus de la narrativa superheroica, y el comic de superhéroes por antonomasia, es difícil pensar como Snyder podría haber hecho un buen trabajo. También es importante considerar el estilo cinematográfico que maneja Zack, colores saturados y planos en cámara lenta, intentando resaltar la epicidad de cualquier escena, los cuales no funcionan con una obra como Watchmen, con cero colores primarios del espectro visible, y uno de los mundos más crudos que se han visto.

Pero no es su culpa, siendo honestos no existe un solo director en el mundo capaz de adaptar esta novela gráfica a la pantalla grande (y si, los estoy metiendo a todos en el mismo saco). Y esto no se debe a la incompetencia de ellos, sino que en la década de los 80´s durante su creación, el señor Moore se comprometió a crear un cómic que fuera completamente inadaptable a la gran pantalla, esto como respuesta a todos los intentos en ese momento de crear películas de superhéroes (¿qué pensaría el pobre si supiera en lo que se convertiría esta industria?).

La tarea que Alan Moore se impuso no era fácil, pero él tampoco era cualquier guionista de pacotilla que pudiera ser reemplazado fácilmente, era un prodigio y quienes entendemos su obra podemos afirmarlo sin ninguna duda. “Watchmen” fue planeado tomando en consideración todos los elementos, capacidades y limitantes que tiene el medio del cómic y que no posee el séptimo arte, más allá de la superposición entre viñetas y cuadros de diálogo, texto y pensamiento que interconectan la narrativa de varias escenas a la vez, o la narrativa secundaria de un cómic que es leído a la vez que nosotros leemos “Watchmen”, cuya historia es paralela a la contada por Moore y enriquece su narrativa.

El ejemplo más contundente llega con el tomo #6, donde, por cierto, no es tan obvio como puedes creer, funciona en una simetría perfecta dentro de sí mismo, solo en la portada ya podemos ver en un charco el logo de una compañía que es totalmente simétrico de lado a lado, pero cuando tomas la primera página y la última, cada uno de los paneles están ordenados de forma simétrica, y luego tomas la segunda y la penúltima, y continuas hasta llegar a la página central (en singular), donde la historia converge en una igualdad entre viñetas, y te das cuenta de por qué Alan Moore revolucionó la narrativa del cómic como nunca nadie lo ha hecho.

Poniendo esto en contexto, y si tienes suficiente conocimiento de la narrativa audiovisual, te das cuenta que esto es virtualmente algo inadaptable, no es que la historia pida mucho y no haya verdadero talento en Hollywood, es sólo que Moore no quería que su historia fuera adaptada a la gran pantalla, y cuando se propone algo no se anda con rodeos.

Pero, creo que es importante hacer una última aclaración: desde el estreno de la película animada “Spiderman: Into the Spider-verse”, se nos entregó una verdadera adaptación fiel a un cómic, no a la historia en sí, sino al medio y formato que éste maneja, desde las onomatopeyas más clásicas, hasta cuadros de texto y burbujas de pensamiento, Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman nos enseñaron cómo se debe hacer una fiel adaptación de un medio al otro, a mi parecer es un proyecto muchísimo más ambicioso de lo que muchos creen.

Desde que analicé con detenimiento esta película, puse en tela de duda si en verdad “Watchmen” es una novela gráfica inadaptable, y la respuesta a esta interrogante queda a consideración de cada uno.



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